Por María de los Ángeles Ortiz
En
la actualidad, las organizaciones enfrentan cambios constantes del
entorno a los cuales tienen que adaptarse para subsistir. Con la globalización
y los avances en el desarrollo de la tecnología de la información y las comunicaciones,
las organizaciones tienen que identificar y desarrollar ventajas competitivas
para brindar servicios de alta calidad y mejorar la productividad. Estos cambios afectan a todo tipo de
organización obligándolas a buscar nuevas pautas de desarrollo y competitividad
donde las personas que las integran formen parte del proceso y lo conviertan en su prioridad, razón
por la cual deben ser conducidas
mediante un liderazgo eficaz.
Desde esta perspectiva, Jim Cathcart, conferencista líder de Crestcom International en
el ramo de dinámicas humanas y relaciones de negocios, afirma que el ejercicio del liderazgo no
significa imponer soluciones sino que los líderes deben generar un ambiente de
motivación para lograr que los miembros de la organización valoren lo que hacen,
se sientan orgullos por su trabajo y se esfuercen por entregar lo mejor de sí contribuyendo
activamente en el proceso de cambio. Investigaciones recientes determinan que
existe una relación directa entre el liderazgo que ejerce el jefe y la
motivación de los empleados. Dentro de
este contexto, se puede definir que motivar es “despertar en alguien la acción
de tal manera que le de propósito, dirección y razones para lograr una meta
deseada”. Por lo tanto, si un empleado siente
que puede hacer lo que sabe hacer, sin presiones y castigos que lo rodeen, se podría
afirmar que dicho empleado cuenta con un ambiente propicio para el desarrollo
de la motivación laboral.
Cabe
entonces señalar, que un buen líder debe contar con estrategias adecuadas
dirigidas a mejorar la capacidad del grupo para alcanzar las metas establecidas y llegar a ser una organización en la que los
empleados puedan realizar su labor con satisfacción y de manera colaborativa para
hacer frente a los problemas que deben solucionar para beneficio de la
organización. Con este propósito, las
capacitaciones al personal se presentan como una herramienta para facilitar la motivación, si
consideramos que la organización cuenta
con unos objetivos bien determinados y se necesita alentar a sus integrantes para que
contribuyan a lograrlos. De esta manera
se logra que los empleados se enfoquen, conduciéndolos a los objetivos que
propone la organización. Igualmente, se
deben considerar las estrategias de
manejo de tiempo como herramienta clave para viabilizar el logro de las metas y
adelantar la misión de la organización.
La autora es presidenta de Crestcom
International Puerto Rico, empresa dedicada a capacitación de líderes y gerentes
por todo el mundo. Puede contactarse a los teléfonos 787-771-4734, 787-605-4105,
787-462-3335, 787-215-0915 o vía email: maria.ortiz@crestcom.com.
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