La Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR), reveló los hallazgos del estudio “Análisis de la situación de los adultos mayores en Puerto Rico”. Este estudio examina la situación actual y futura de este segmento de la población que, en su mayoría, carece de recursos para mantener un estándar de vida adecuado. Entre los descubrimientos más impactantes se encuentran que el 40% de los adultos mayores (65 años o más) en la Isla tiene ingresos que los colocan en el nivel de pobreza extrema, por lo que reciben asistencia nutricional. Además, su salud está en peor estado que la de los adultos mayores que residen en los Estados Unidos.
Los hallazgos fueron presentados por el doctor Hernán Vera Rodríguez, decano del Colegio de Estudios Graduados en Ciencias de la Conducta y Asuntos de la Comunidad de la PUCPR; quien además es autor de este estudio. Según el Dr. Vera, este tema se investigó al observar el crecimiento continuo de la población de adultos mayores en Puerto Rico y a nivel internacional. En el estudio se examinaron varias vertientes relevantes como ¿cuál es la realidad económica y social de esta población? ¿cuáles son las implicaciones de su crecimiento para la sociedad? y ¿cuáles son sus gustos e intereses?.
Entre los datos más importantes se destaca el crecimiento de la población de adultos mayores a nivel mundial. La cifra de 300 millones en 1969, hoy alcanza los 810 millones y estos, en su mayoría, son mujeres. En el caso de Puerto Rico, según datos de 2012, 574,817 enjevecientes vivían en la Isla, o 16 de cada 100 personas pertenecía a este grupo de edad. “En su mayoría, la población de mayor edad, carece de recursos para mantener un estándar de vida adecuado”, explicó el Dr. Vera.
Asimismo, revela que alrededor de 537,000 envejecientes están fuera de la fuerza laboral y aproximadamente un 40% de ellos tiene ingresos que los colocan en la pobreza según el Negociado del Censo de EE.UU. (2012). Aún con ayudas y beneficios como Seguro Social, planes de retiro y el Programa de Asistencia Nutricional, el salario promedio de un adulto mayor fue de $14,077 en comparación con la población general, cuyo promedio fue de $30,270 (2012). A esto se le suma el efecto inflacionario de 2.1% en alimentos, 3.8% en cuidado médico, 7.4% en agua potable y alcantarillado y un 8.8 % en productos médicos, que suponen un aumento promedio en el costo de vida de los adultos mayores. También el estudio presenta, que cerca de 50,000 abuelos y abuelas se hacen cargo de sus nietos o nietas menores de 18 años.
El renglón del cuidado a la salud no es prometedor. Los adultos mayores de 50 años en Puerto Rico suelen tener un nivel porcentual de enfermedades y condiciones perniciosas más alto que el de los Estados Unidos (según el Censo y estudios de AARP). Por ejemplo, la prevalencia de alta presión es 10% mayor en P.R. que en EE.UU. y la incidencia de diabetes en adultos mayores es mayor que en EE.UU. (16.9% vs 26%). Además, 51.2% tiene algún tipo de discapacidad vs. 37% en EE.UU. En cuanto a planes médicos, sólo el 10.35% tiene seguro privado, 15.40% tiene el plan Mi Salud y 71.55% cuenta con Medicare.
En lo que respecta al entretenimiento, el estudio arrojó que los espectáculos, eventos deportivos y actividades artísticas siguen siendo de gran interés para los adultos mayores, pero es un renglón que con los cambios a la Ley 82, limitará el acceso a ellos. “Anteriormente, las personas entre 65 y 75 años contaban con el beneficio de obtener un 50 % de descuento en los eventos celebrados en instalaciones del Gobierno y para los de 75 años o más la entrada era gratis. Este beneficio cambió a un 50% para todos los adultos mayores, y un máximo de 5% de la boletería en cada función. Esto cierra la brecha de entretenimiento a este segmento poblacional” puntualizó Vera.
De acuerdo con el espectro de la realidad que el estudio devela, el Dr. Vera puntualizó la importancia de tomar medidas para poder trabajar con la situación. Entre ellas, recomienda:
- Adiestrar a los empresarios sobre la capacidad y potencial de los adultos mayores.
- Capacitar a los adultos mayores en empresarismo y auto-gestión.
- Desarrollar programas de apoyo para los abuelos que crían a sus nietos.
- Crear alianzas entre los sectores económicos (gobierno, banca y cooperativas) para que los adultos mayores puedan adquirir una vivienda propia.
- Otorgar a las entidades de gobierno que ofrezcan apoyo a los adultos mayores los recursos humanos y fiscales para que puedan apoyar a esta población y hagan cumplir sus derechos.
- Proveer apoyo educativo para adultos mayores, en especial en el área de tecnología para así facilitar sus vidas en el mundo de hoy.
- Explorar los efectos de las reformas gubernamentales de retiro en la situación económica de los adultos mayores y desarrollar políticas públicas a tono con esta realidad.
“Es importante, por nuestro propio interés, cambiar el concepto de la vejez. Los adultos mayores tienen todavía mucha capacidad para aportar elementos valiosos a la sociedad en la que viven. Además, si se integran a la comunidad, la dependencia y la enfermedad tardarán más en llegar”, resaltó.
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